domingo, 8 de marzo de 2009

Introspección


Cuando era mortal no me percataba de la gran cantidad de agujeros que tiene esta corrompida sociedad, este redil del que formamos parte, en cambio, ahora que no tengo miedo a la muerte, que no tengo ningún interés terrenal, que los sentimientos me los requisó el segurata del Elíseo puedo fijarme en cada pequeño detalle que os preocupa a todos los lectores que estáis allí arriba o allá abajo, dependiendo de la fe y la idea de cada uno. Todos los domingos muero para realizar una sinopsis objetiva de lo que ha sido la semana y los lunes vuelvo a la rutina, vuelvo ,por expresarme en palabras de Nietzsche, a la décadence.
Mientras estamos pendientes de la diferencia de puntos que separa al Barcelona y al Real Madrid, y si el Plan Bolonia es tan corrosivo como parece, no nos fijamos en nosotros mismos, en nuestra vacuidad, en nuestro verdadero interés por nada, en la búsqueda de una felicidad inexistente y pueril, no nos preocupa el verdadero dolor y sufrimiento, nos resulta ponzoñoso el esfuerzo por conseguir algo ¿o es que en realidad somos tan simples que no queremos conseguir nada? , porque amigas y amigos míos ese es el verdadero problema de hoy, la mayor parte de esta sociedad no luchamos por nada porque no tenemos ni un objetivo ni una meta, somos monos espaciales como diría Palahniuk , pero nosotros no tenemos ningún Tyler Durden que nos guíe, solo tenemos una mentalidad carente de todo y necesitada de algo, ese algo es una meta o un fin.
Me parecía conveniente antes de analizar la sociedad, explorar someramente los elementos del conjunto que la formamos.


Firmado: Samsoryum

Fotografía: Alex

No hay comentarios:

Publicar un comentario