jueves, 16 de abril de 2009

La habitación china

La habitación china es un experimento mental creado en 1980 por John Searle con el objetivo de preguntarnos qué entendemos realmente por inteligencia artificial. Searle quería refutar con este experimento la idea de que si un ordenador actúa como si fuera inteligente, entonces de hecho es inteligente.
Supongan que se construye un ordenador que entiende chino en el siguiente sentido. El programa recibe frases en chino y las contesta con otras frases en chino. Hace esto de una forma tan convincente que un hablante de chino podría conversar perfectamente con el ordenador sin poder distinguir si está conversando con una persona o una máquina.
Por supuesto, el ordenador funciona de la siguiente forma, toma una frase en chino y mediante un conjunto (probablemente muy complejo) de reglas descrito en un programa calcula y crea la frase de respuesta. ¿Dirían ustedes que el ordenador entiende chino? Supongan ahora que se construye una habitación en la que hay un hombre dentro que no sabe hablar chino. A este hombre se le da lápiz y papel, y una versión del programa (las instrucciones) que tenía el ordenador impresa en inglés (o en el idioma que hable el hombre). El hombre recibe una frase en chino a través de una rendija en la puerta y se dedica a seguir las instrucciones que tiene impresas, con ayuda de lápiz y papel para poder escribir una frase de respuesta.
Pero el hombre no entiende ninguno de los caracteres chinos que está leyendo o escribiendo. Se limita a buscarlos en su manual y copiarlos de su manual. No obstante, como su manual es el mismo programa que usaba el ordenador, acabará respondiendo con la misma frase que hubiera usado el ordenador. Por tanto, para un chino que intente conversar con la habitación, parecerá como si la habitación hablara chino.
¿Dirían ustedes que el hombre o que la habitación entienden chino? Como respuesta a Searle, ha habido multitud de argumentos intentando definir qué entendemos realmente por inteligencia o qué constituye una mente. La discusión se centra en torno a la siguiente pregunta: ¿puede surgir la semántica de la sintaxis?.
La sintaxis consiste en la manipulación de símbolos sin significado según unas reglas. En la habitación de chino hay una sintaxis: las instrucciones del hombre. Todos los programas son sintaxis, pues son un conjunto de instrucciones. Sin embargo, la semántica es dotar de significado a los símbolos. Según Searle, no hay semántica en la habitación de chino, pues nada ni nadie entiende los símbolos chinos, así que no tienen significado para la habitación.
Searle va más allá y dice que la sintaxis jamás puede originar una semántica y que sin embargo las mentes tienen semántica. Por tanto, un programa jamás podrá constituir una mente.
No obstante, la discusión está servida.

Firmado: Dani

4 comentarios:

  1. La IA no es más que un proceso que hace actuar a las máquinas de forma similar a las personas inteligentes, pero siempre dentro de unos parámetros preestablecidos. De todas formas parece que vamos a tener que aprender a hablar chino todos... aunque molaría mucho más que hablasemos en binario... 00101101110100 :P

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  2. Actúando dentro de unos parámetros preestablecidos, choca que en su nombre se incluya "Inteligencia". Precisamente ésta es lo único que lucha con lo establecido.

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  3. Pues a mí no me choca, se trata de un sucedáneo como tantos otros. De todas formas yo no creo que sea un nombre mal puesto, no deja de ser la inteligencia del programador transmitida al ordenador pero sin ética, sentido común ni un montón más de cosas. De todas formas esto está evolucionando mucho, ya se están dando casos de gente que se enamoran de robots por internet... aunque no deja de ser producto de la humanización que otorgamos a máquinas "inteligentes" o animales de compañía,

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  4. No critico el nombre, ni mucho menos. Simplemente me parece contradictorio que se hable de inteligencia en referencia a algo que funciona con parámetros preestablecidos. Lo entiendo como curioso, como poco. :)

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