martes, 3 de marzo de 2009

Orión y Escorpio


La astronomía se mira de muchas formas diferentes, hay gente a la que le gustan las grandes explosiones de descomunales esferas ardientes, y los hay a los que les gusta la parte mitológica y social, llena de fantasía. Personalmente, ambas tienen mucho que contar, sobretodo la primera, pero siempre es agradable echar la vista atrás y encontrar historias de hace más de 2200 años, que explican de alguna forma, claramente artificial, cosas como el caso de las constelaciones Orión y Escorpio.

Los griegos, entre sus leyendas, contaban que, el gigante Orión, que era tan grande que podía caminar por el océano sin sumergir la cabeza, solía ir a cazar junto con sus perros (que pueden verse bajo su constelación, y a los que pertenece Sírio, una de las estrellas más brillantes). Orión estaba enamorado de Artemisa, la misma Luna, y después de ir tras ella un tiempo y no ser correspondido, este intento violarla.
Artemisa asustada pidió ayuda y, desde la isla de Quíos, un gran escorpión surgió en su auxilio, persiguiendo a Orión y dándole muerte. Orión subió a los cielos por su grandeza, y Artemisa agradecida subió al cielo al escorpión.

Es por esto que, noche tras noche, cuando Escorpio aparece en los cielos Orión se oculta, y también ocurre que Orión solo puede disfrutar más de la noche en otoño/invierno, ya que Escorpio es animal de temperaturas altas, y se le puede ver perfectamente en el cielo nocturno durante gran parte de la primavera y todo el verano.

Como sucede con todos los relatos tan antiguos de tradición oral, hay muchas versiones diferentes, pero esta es una de las más amplias.


Firmado: Guille

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